Las Sierras Exteriores Pirenaicas son una impresionante muralla calcárea que constituye el límite meridional de los Pirineos. En la parte central y más elevada se localiza el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara.
Todo el territorio se caracteriza por la belleza y espectacularidad de sus paisajes, fruto de una compleja estructura geológica y por los procesos de erosión que se manifiestan en un conjunto de redes hidrográficas.
Profundas y estrechas gargantas cercadas de altos paredones calizos, cañones recorridos por ríos como el Flumen, Guatizalema, Vero, Mascún o Alcanadre, acantilados y mallos como los de Isun o los de Vadiello, profundos barrancos en su cara sur y roquedos calizos como el Salto de Roldán.
Otros valles de su cara norte destacan por su tranquilidad como Belsué o Nocito, la despoblación de décadas pasadas y el renacimiento de los últimos años le dan un especial encanto.
Existe también una variada flora y fauna autóctonas donde destacan las rapaces. Sus escarpadas paredes hacen de este espacio una de las más importantes reservas de aves de Europa.
Pero Guara no es sólo cañones y naturaleza, un rico patrimonio artístico y cultural que abarca desde la impresionantes pinturas rupestres y construcciones megalíticas del Parque Cultural del río Vero hasta iglesias románicas y castillos o conjuntos monumentales como Alquézar.